15 de Junio 2009
Lorem Ipsum is simply dummy text of the printing and typesetting industry.
Lorem Ipsum has been the industry's standard dummy text ever since the 1500s, when an unknown printer took a galley of type and scrambled it to make a type specimen book. It has survived not only five centuries, but also the leap into electronic typesetting, remaining essentially unchanged. It was popularised in the 1960s...
15 de Junio 2009
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No hay ninguna técnica para tratar la obesidad mórbida que pueda ser considerada “patrón de oro”. Cada técnica ofrece diferentes posibilidades.
Con un porcentaje de reducción del exceso de peso del 60 al 70%, el by pass gástrico es la técnica más utilizada.
Esta técnica es un procedimiento mixto, restrictivo y malabsortivo que se basa en la creación de un reservorio gástrico en la parte alta del estómago, dejando abandonado el resto. Este pequeño reservorio es el que limita la cantidad de la comida que se ingiere. El by pass supone la reconstrucción del tránsito intestinal mediante sutura con el intestino delgado.
Esta intervención consigue reducciones del 60 al 70% de exceso de peso y precisa posterior aporte de vitaminas y minerales por su componente malabsortivo. Proporciona una buena calidad de vida al permitir al paciente comer casi de todo aunque en pequeñas cantidades.
El by pass gástrico es una intervención compleja que requiere UCI y siete días de ingreso, aproximadamente.
Con un riesgo de mortalidad del 1,5%, el by pass gástrico presenta, entre otras complicaciones, fístulas por fallo de suturas, hemorragias o fallo pulmonar.
El by pass gástrico está indicado para todo tipo de pacientes.
Es un anillo flexible de silicona que se coloca en la parte superior del estómago, de tal forma que se crea una pequeña cavidad en la entrada del estómago. La parte interna consta de un recipiente circular que se puede rellenar de líquido actuando a distancia desde un reservorio subcutáneo.
Esta técnica consigue pérdidas del 50% de exceso de peso y una sensación de saciedad muy precoz. Es muy variable en el tiempo y requiere una alta colaboración del paciente que ha de dejar de lado el picoteo o los dulces.
Se trata de una técnica muy segura ya que tan sólo presenta un riesgo de mortalidad del 0,05%. Además, es una técnica reversible que implica una corta estancia hospitalaria, aunque con resultados variables y limitados ya que afecta a la calidad de vida diaria del paciente.
Los pacientes cuyo IMC se sitúa entre el 35 y el 42% son los candidatos idóneos para ser intervenidos por esta técnica.
La gastrectomía tubular puede convertirse en una excelente alternativa debido a su escasa complejidad y excelentes resultados.
La gastrectomía tubular consigue reducir el volumen gástrico en un 80% al dejarlo convertido en un tubo gástrico, eliminando la curvadura mayor gástrica y es en esta zona donde se segrega una hormona que estimula el apetito, la ghrelina, lo que permite que el paciente se sacie con menos cantidad de comida y, además, tenga menos apetito.
Esta técnica no precisa aportes vitamínicos ni minerales. Tan sólo requiere una estancia en el hospital de tres días de duración y el riesgo de mortalidad se reduce al 0,5%. Poco después de la intervención, el paciente puede ingerir toda clase de alimentos aunque en pequeñas
Esta técnica puede aplicarse a pacientes con superobesidad (IMC mayor de 60%) como técnica previa a otro tipo de técnica quirúrgica, una vez reducido peso y a pacientes con un Índice de Masa Corporal de entre el 35 y el 42% que, además, padezcan comorbilidades o, lo que es lo mismo, patologías asociadas a su obesidad, como hipertensión, diabetes o apnea del sueño.